Cuando la ventana no tiene repisa. No es una posición normal para colocar la cama; desde luego no en nuestro país. Coloca unas contraventanas bonitas de madera y píntalas de un color llamativo. Como mesillas de noche, para ganar amplitud, unas baldas.
.
Una ventana bonita puede ser un cabecero espectacular. Mejor que unos estores, una buena idea es usar unas cortinas. Recogidas en los laterales enmarcarán la cama.
.
Cuando la ventana tiene alféizar. Aunque en España es más habitual encontrar ventanas sin alféizar interior, también hay viviendas que lo tienen –o que lo simulan. Si este es tu caso, no lo dudes y usa la ventana como cabecero: el vano hará las veces de mesita de noche donde colocar en él libros, revistas, plantas y alguna lamparita de lectura.
.
Cuando la ventana es grande y horizontal. La luz natural que entra por la ventana resulta ideal para la lectura. De todas formas, no tienes por qué renunciar al cabecero: puedes colocar una pieza baja justo debajo de la ventana, como en el dormitorio de la imagen.
.
A la hora de utilizar una gran ventana como cabecero, toca tener especial cuidado con el cerramiento. Este tiene que ser seguro y hermético para evitar que entren corrientes de aire y, sobre todo, ruidos que impidan el descanso.
.
Cuando la ventana está en una buhardilla. En estos casos, merece la pena usar la ventana como cabecero, gracias a la que podrás disfrutar de las estrellas al anochecer… y despertarte con el sol –para los no madrugadores, opta por colocar unos estores.
.
Cuando la ventana está en una minihabitación. En ocasiones, tener la ventana como cabecero es la única opción por una cuestión de espacio: es una solución para habitaciones pequeñas que necesitamos usar de dormitorio. Con pocos detalles –iluminación sutil y algo de gusto en los textiles–, tendrás una habitación pequeña, sí, pero tan bonita como la de la foto.