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1. Amarillo vibrante en el suelo del comedor para dar alegría
Atrévete con un amarillo vibrante para el suelo de la cocina y/o comedor. ¿Materiales? Pavimento continuo de resina epoxi o linóleo en amarillo intenso. Combina con blancos, para crear un espacio actual y cálido.
Consejo. Si eliges el amarillo para el comedor, piensa con cuidado el resto de colores; opta por blancos, marrones, grises y negros.
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2… y con negro para dar luz
El amarillo es un color muy versátil que, combinado con marrones y negros, permite crear ambientaciones de distintos estilos deco: mediterráneo, colonial, nórdico. Aquí se ha renovado por completo un comedor clásico a base de amarillos y negros.
Consejo. ¿Buscas un aire más cosmopolita? Añade estampados ‘Animal print’.
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3. Amarillo de grado medio en el salón para estimular la vida social
Si no quieres arriesgar más de la cuenta, utilízalo en pequeñas dosis para destacar una zona concreta del salón, en forma de pintura o en pequeños detalles y complementos textiles. En el salón de la imagen se ha pintado una franja vertical, creando así un rincón independiente pero integrado con una chaise longue de corte contemporáneo.
Consejo. El amarillo fomenta el entusiasmo, por lo que resulta ideal para decorar espacios comunes como el salón.
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4. Amarillo girasol en el sofá de una zona de estar para dar calidez en ambientes duros
Un conjunto de distintas piezas de asiento inyectan energía a espacios fríos. Un ejemplo, en la imagen, un estar donde los materiales rugosos y duros –cemento, hormigón–, son protagonistas.
Consejo. Incorpora una pieza de diseño en amarillo intenso si tu salón tiene un aire demasiado clásico.
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5. Amarillo sol y motivos tropicales en la cocina para dar optimismo
Elige el amarillo para decorar los frentes de armarios y cajones, sobre un fondo oscuro. Por cierto, ¿te atreves a añadir estampados de flamencos o tropicales? Descubre el –atractivo– resultado en la cocina de la imagen.
Consejo Houzz. El tono yema de huevo es el perfecto para cocinas de corte rústico, costero o mediterráneo.
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6. Amarillo mostaza en una zona de paso para dar vida
Escoge el amarillo para zonas de paso, pasillos, distribuidores y recibidores que necesiten una dosis extra de vida.
Consejo Houzz. Combina el amarillo mostaza con distintos grados de grises para crear espacios sugerentes y exquisitos.
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7. Amarillo pálido y en pequeña dosis en el dormitorio para dar personalidad
Si quieres añadir color al dormitorio, emplea complementos amarillos. Ojo, siempre en pequeñas dosis: es un color potente y estamos en una zona de descanso. Una cómoda, mesilla de noche o armario también ayudarán a decorar con personalidad… ¡y sin saturar!
Consejo Houzz. Si prefieres pintar las paredes de amarillo para un cambio radical, hazlo en la pared del cabecero. Escoge un amarillo pálido.
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8. Amarillo limón en el dormitorio de los niños para superar el clásico azul y rosa
Usa el amarillo en complementos, textiles o mobiliario auxiliar para crear una habitación serena y equilibrada; o pinta alguna de las paredes y despierta el lado más creativo de tus hijos.
Consejo Houzz. En las zonas de estudio y juego, mezcla verdes, amarillos con toques en azul y rojo. ¿Objetivo? Estimular su atención.
9. Amarillo en el cuarto de baño para dar frescura
Un mueble en amarillo medio rompe la monotonía cromática. ¿Resultado? Un espacio de corte industrial muy favorecedor.
Consejo Houzz. Los tonos amarillos pastel hacen las habitaciones más brillantes: úsalos en baños con poca luz.