El reto era ambicioso: convertir un espacio 30 años abandonado, en una vivienda contemporánea y dinámica. El propietario, un profesional liberal de nacionalidad francesa, quería vivir en este barrio barcelonés, por su cercanía con el centro de la ciudad. El proyecto, en manos de Laia Guardiola y David Benito, de FFWD Arquitectes –y a pesar de las palomas y de las termitas–, ha sido un éxito.
De un vistazo
Quién vive aquí: Un francés con residencia fija en Barcelona
Situación: Barrio de El Poble-Sec, Barcelona
Proyecto: Laia Guardiola Raventós y David Benito Cortázar, del estudio FFWD Arquitectes.
Superficie: 120 metros cuadrados de vivienda y un patio de 27 metros cuadrados.
Fotos: David Benito Cortázar
La distribución tras la reforma resulta muy peculiar: dos ámbitos diferenciados, que pueden funcionar como dos casas independientes.
“Aunque parezca raro a simple vista, tiene una explicación”, aclara Laia Guardiola, del estudio FFWD Arquitectes: “El propietario recibe muchas visitas de amigos y familiares. Quería poder ofrecerles un apartamento completo y privado. Y cuando no hay invitados, este espacio anexo sirve de estudio”, cuenta Guardiola.
Se reservan volúmenes cerrados para las estancias que requieren total independencia, como baños y vestidores.
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En cuanto al estilo de la vivienda, tanto el propietario como los arquitectos, han apostado por una estética industrial, conservando los elementos constructivos que singularizan este espacio.
Las paredes, de piedra y ladrillo, y las bovedillas cerámicas del techo estaban ocultas tras gruesos revestimientos de yeso y mortero; se han repicado y limpiado y, ahora, lucen limpias de revestimiento. Debajo, una foto del antes.
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“En un primer momento, el propietario quería que la propuesta incluyera un nuevo altillo que sustituyera a uno original en precario estado”, explica David Benito, compañero de Laia en FFWD Arquitectes y uno de los responsables del proyecto:
“Desaconsejamos la idea porque la altura –aun alcanzando los 4 metros de altura– es insuficiente para disfrutar de espacios agradables”, cuenta.
“La obra presentó muchos problemas con la estructura”, recuerda David Benito: “Hubo que reforzar los techos originales de vigas de madera, presentaban grandes deformaciones… y tenían termitas”.
¿Más sorpresas? El cobertizo original del patio se había convertido en el hogar de una colonia de palomas.
Para conseguir la independencia de la estancia anexa, los arquitectos han creado un sistema de doble guía con puertas correderas.
El pavimento original era de planchas de madera sobre tierra compactada. Ahora vemos un tipo de suelo continuo –Microbeton, de la firma Edfan–, que articula los espacios y solventa la transición de los diferentes niveles.
A partir del pavimento se desarrolla, también, el mobiliario fijo: el sofá del salón, la cocina y algunas piezas del baño.
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En determinados puntos de las paredes y alrededor de las ventanas, hay un revestimiento de mortero de cal, que se integra perfectamente con los materiales del espacio.
La librería que vemos en la imagen (al fondo, a la izquierda), es fundamental en el proyecto: da privacidad frente a la puerta de acceso. Es una estructura de redondos de acero, en la que se han encajado cajas de madera de pino. Algunas están abiertas por la parte superior; otras, por el lateral. Es obra de la empresa Iron Design Bordeaux.
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Cocinas y baños siguen la misma línea de textura y color que el salón, con un marcado carácter industrial.
“Los fregaderos son modelos convencionales de acero, pero revestidos, primero con mortero, y, posteriormente, con microcemento”, explica David.
Para el pavimento de la cocina, se han elegido baldosas hidráulicas, con piezas reutilizadas adquiridas en Otranto, una tienda de Barcelona donde encontrar piezas y materiales de construcción antiguos. No querían geometrías rectas. Los tonos, verdosos y rojizos, no son muy comunes en este tipo de piezas.
La decisión de conservar paredes y techos desnudos obliga a tener instalaciones a la vista.
Para la electricidad, los arquitectos han trabajado con bandejas metálicas bajadas del techo; interruptores y enchufes van en tubos de acero en superficie.
Las conducciones se han realizado con tubo de acero galvanizado.
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El baño se ha distribuido separando el clóset de la zona de lavabo y ducha:
“De esta forma –explica Laia Guardiola–, funciona como baño del dormitorio y de la zona social, evitando un aseo extra de cortesía”.
Para los techos de estos volúmenes cerrados, los arquitectos han utilizado un sistema poco convencional. Sobre una estructura de chapa colaborante de acero, han colocado paneles de poliestireno extruido, para garantizar el aislamiento acústico. Esta solución permite disponer de altillos, que facilitan el almacenamiento en una vivienda tan abierta.
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Las vistas de los espacios principales se orientan al patio interior; para preservar la intimidad, las ventanas se tratan con vidrio traslúcido. Esta propuesta no resta luminosidad a la casa, que cuenta con múltiples entradas de luz natural.
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El vestidor ofrece una solución “interesante y asequible”. Se ha diseñado a la medida de los armarios Pax, de Ikea, y colocados sin puertas.
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Para integrar el patio con la vivienda, se eliminan los pilares de obra. De esta forma, se ha pasado de dos ventanas y una pequeña puerta a una gran apertura.
También se han abierto dos ventanas en la fachada del edificio, mejorando la composición.
Las rejas del patio y las de la fachada de calle están realizadas a partir de chapa de acero corten de 6 mm. de grosor.
“Queríamos una reja poco convencional. Teníamos la idea de una chapa cortada con láser con algún motivo orgánico. Al final, nos decidimos por una de las propuestas de Iron Design Bordeaux”, explican los arquitectos.
Que preciosidad ¡por favor!
Me encanta como ha quedado, los espacios súper amplios y el acabado de ladrillo, que genera diversas opiniones, a mí me enamora!
Con una casa así yo me pongo manos a la obra con la decoración a la convierto en el lugar más acogedor de todos 🙂
Muchas gracias por compartirlo!
Un beso