Si quieres que su dormitorio sea un espacio funcional y organizado, la clave es mantener el orden con facilidad. Con una planificación adecuada de los sistemas de almacenaje, ningún obstáculo entorpecerá las actividades básicas de los pequeños, dormir, jugar y estudiar. A continuación, descubre las mejores ideas para inspirarte.
1. El escondite inglés: O utiliza el espacio debajo de la cama
La mayoría de las camas para niños o jóvenes suelen venir ya equipadas con cajones en su parte inferior, perfectos para almacenar la ropa de cama o las prendas de otras temporadas. El problema es cuando son pesados: pueden llegar a ser peligrosos para niños de corta edad.
Si necesitas este espacio para juguetes, utiliza contenedores ligeros, de un tamaño más manejable y/o con ruedas.
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2. Las canicas: O elementos flexibles y versátiles
Los elementos con ruedas, deslizables y modulares, permiten dar diferentes usos a los espacios. Esto es especialmente útil en la distribución infantil: hablamos de dormitorios que sufren distintas transformaciones a lo largo del día… y durante las etapas de crecimiento.
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3. Los disfraces: O adapta el armario ropero a su edad
El tamaño de la ropa y de los zapatos de los niños va variando a medida que crecen.
Busca un sistema flexible que permita variar la posición de las barras, baldas y cajones, de forma que tengan fácil acceso y puedan guardar ellos mismos sus prendas.
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4. El tetris: O aprovecha la altura libre
Si el cuarto de tus hijos cuenta con una generosa altura libre, aprovéchala al máximo.
Los altillos y literas ofrecen innumerables posibilidades de almacenamiento, que pueden resultar originales y atractivas. ¿Ejemplo? Los escalones convertidos en cajones (en la foto).
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5. Monopoly: U optimiza las superficies verticales
Para tener el material escolar a mano usa organizadores de pared. Este es el modelo Uten.Silo, diseñado en 1969 por Dorothee Becker. Lo edita Vitra.
También puedes realizarlos tú mismo con tela, o recubriendo las paredes con tableros de clavijas.
6. Cada oveja con su pareja: O ayúdale a clasificar sus cosas con etiquetas
Las cajas son un elemento económico y práctico. Elige modelos transparentes –para ver lo que hay dentro–, o de colores –para que los asocien a los diferentes tipos de objetos a guardar.
También puedes utilizar un único tipo de contenedor opaco, que dé unidad y orden visual. En este caso, utiliza etiquetas para que sepan qué hay dentro: pegatinas, tarjetas o las originales pizarritas de la foto, que además te permiten modificar su contenido fácilmente.
7. Los diminutos: O utiliza colgadores a su altura
¿No soportas que tus hijos dejen su ropa tirada en cualquier sitio, por pasillos y sillas? La mejor solución es disponer percheros a su altura, para que mochilas y abrigos dejen de ser un obstáculo a tu paso.
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8. Ratón de biblioteca: optimiza el espacio de los libros
Crea una pequeña biblioteca debajo de la ventana, aprovechando la luz natural y con los libros a su altura, fomentará el hábito de la lectura.
Si no le puedes dedicar mucho espacio, escoge solo los libros que estén leyendo ahora, y colócalos con las portadas a la vista.
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En la fase de iniciación a la lectura, un expositor giratorio rescatado de una librería puede ser una idea divertida para que tengan los tebeos y los cuentos a mano.
La improvisación es un arma para ir adaptándote a las diferentes etapas y actividades de tus hijos sin gastar mucho dinero.
9. La habitación es un puzzle: O convierte la tarea de ordenar en un juego
Si optas por elementos de almacenaje y mobiliario con un diseño lúdico, introducir las cosas en su interior se convertirá en un juego para tus hijos.
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10. El comodín: Acomete una reforma integral del espacio
Puedes ir más allá del simple diseño del mobiliario y de los elementos de almacenaje: con una reforma profunda podrás tener zonas de almacenamiento en lugares insospechados… por ejemplo, ¡bajo el pavimento!