En un intento de dar un cambio radical a las cuatro paredes abrasadoras con techos metálicos que suelen constituir los alojamientos de los ganaderos y esquiladores de las granjas australianas desde la colonización europea, el equipo de Luigi Rosselli Architects ha emprendido un innovador proyecto con un enfoque ecológico. El resultado son estas 12 residencias de tapial (tierra apisonada) excavadas en una colina. Estos prácticos espacios, que cuentan con paredes construidas a partir de tierra y grava extraídas de la misma ladera y del río más cercano, no solo ofrecen alojamiento a los trabajadores de la granja, sino un refugio natural que los protege de las altas temperaturas y el clima extremo característico de la región norte de Australia Occidental.
De un vistazo
Quién vive aquí: Los trabajadores se alojan aquí varios meses durante la temporada de trabajo en el campo
Ubicación: Pilbara, Australia Occidental
La pared de 230 metros de largo serpentea a lo largo de una duna de arena y encierra 12 apartamentos con techos de tierra. Esta tierra arenosa y rica en hierro se extrajo de unas capas del subsuelo de la zona –poco permeable y con un alto grado de arcilla– para construir las paredes, junto con los guijarros y la grava de la cantera a orillas del río. Gracias a esta metodología se obtiene una paleta de colores que se integra perfectamente en el paisaje. El pabellón situado en la cima de la colina es una capilla.
A menudo, el proceso de construcción en regiones tan remotas como esta resulta muy complicado: desde el transporte de materiales de construcción hasta la contratación de trabajadores dispuestos a mudarse aquí hasta que termine el proyecto…, todo supone un gran esfuerzo. Por tanto, hacer uso de los recursos que tenga ese lugar es la decisión más inteligente. “Utilizar la tierra del mismo sitio para construir las paredes de las viviendas reduce en gran medida el tiempo y la energía dedicados al proyecto”, asegura el arquitecto Luigi Rosselli.
Las paredes de la parte trasera de los apartamentos están enterradas bajo la duna de arena. “Los resultados son increíbles: las paredes de tierra no solo tienen un bajo impacto medioambiental, sino que, además, eliminan la necesidad de instalar aire acondicionado en una región de clima árido”, explica Luigi.
La disposición de las residencias hace que queden ocultas unas tras otras. Asimismo, a medida que los árboles y el resto de la vegetación vayan creciendo, estos apartamentos se camuflarán aún más en el paisaje. El estudio Tim Davies Landscaping fue el encargado de diseñar los jardines frente a cada vivienda, así como los de sus tejados.
Desde la capilla ovalada se ve un cementerio así como los eucaliptos que bordean la orilla del río.
El proyecto acaba de ser anunciado ganador del Terra Award: un premio patrocinado por la UNESCO que reconoce la excelencia del diseño y las construcciones arquitectónicas hechas con tierra. Este galardón es el último de los tres premios internacionales que ha recibido el proyecto –los otros dos son el premio al edificio del año de ArchDaily y el Architizer A+ Award.
Las viviendas se colocaron escalonadas para proporcionar una mayor privacidad a las terrazas. Son totalmente independientes: no hay ninguna puerta interior que conecte los distintos apartamentos. Las voladizos están diseñados para proporcionar sombra durante las horas más cálidas del día y para que los trabajadores puedan disfrutar de la brisa de la tarde.
Este techo está formado por una estructura de acero corten y refleja su tonalidad en las losas de hormigón que cubren el suelo de la terraza. Estas losas contienen grava y otros materiales extraídos del río que le otorgan a su superficie pulida un particular color rojizo.
En el extremo norte de esta muralla de viviendas encontramos un edificio antiguo que se emplea como zona comunitaria y sala de reuniones. Una pérgola construida a partir de tuberías viejas proporciona una agradable sombra parcial.
El interior de estos espacios es fresco y acogedor gracias al aislamiento que proporcionan los 450 milímetros de grosor de las paredes de tapial y la propia colina. Para todos los materiales y muebles del interior, se hizo una selección de elementos naturales, robustos y duraderos.
Sobra decir que los trabajadores que se alojan aquí están encantados. En comparación con las construcciones rudimentarias tradicionales que suelen verse en las propiedades rurales del país, estos apartamentos son un avance en materia de alojamientos provisionales para los trabajadores.
La capilla reposa en la cúspide de la colina. En un principio, los arquitectos tenían en mente una estructura abierta, aunque más tarde decidieron añadir a su diseño unas ventanas correderas de vidrio curvado para proteger el espacio de las tormentas de arena. A los pies del edificio, se extiende un centenario cementerio familiar.
El techo interior del espacio está decorado con láminas doradas de aluminio anodizado. El tejado está construido con láminas de acero corten que forman un cono oblicuo y culminan en su ápice en una claraboya. Esta parte del edificio se fabricó en otro lugar y se transportó en dos mitades. El óculo acristalado, orientado hacia el este, se inspira en el Panteón de Agripa.
Me encanta las iniciativas que consiguen integrar un proyecto urbanístico en un entorno natural como es Australia. ¡Los tejados ajardinados son ideales!
Me gusta el diseño y el estilo de integrar la casa en el entorno. El ahorro energético tiene que ser grande, porque me imajino que hará mucho calor en esa zona.
Creo que han conseguido unir eficiencia energética con un diseño innovador.
Veo que los techos van puestos muy seguros, gracias a la estructura de acero y con un toque puesto en las losas de hormigón que van en la terraza. Me llamo mucho la atención de ese techo en forma de concha que me recuerda al monumento (Opera de Sidney). Esta muy bien integrada con iluminación y todo. Arquitectura de alto nivel.
Un espacio totalmente integrado en el paisaje y, además, desde el punto de vista ecológico. Fabuloso. Saludos!