Anoche vi, en el programa de la 4 «Viajando con Chester», la entrevista de Risto Mejide
a David Muñoz, el jovencísimo cocinero que ha conseguido en pocos años,
y gracias a su esfuerzo por ofrecer experiencias únicas a los comensales a través de sus platos,
ser el único restaurante Madrileño con 3 estrellas Michelin.
Me impactó mucho la visión de éste joven que apostó por su trabajo, por su visión,
y vendió casa y coche para comprar un restaurante en el que tuvo que dormir durante 8 meses.
La valentía unida al talento y el esfuerzo da muchas veces estos resultados,
y su restaurante Diverxo está siempre completo y hay que reservar con mas de un mes de antelación
para poder sentarse en una de sus mesas.
Como emprendedora me he sentido muy identificada en su lucha por una idea,
en ese ganar 1200€ al mes teniendo varios empleados,
que a veces ganan mas que tú,
porque crees que estás sembrando.
Que tu negocio sobrevivirá y crecerá, por tu manera de ver las cosas,
por que la gente se identifica con lo que haces y lo valora.
Es una pelea diaria intentar subsistir junto con los «gigantes de arcas llenas»
con cientos de miles de euros de presupuesto en publicidad.
Pero ¡aquí estamos!
¡Aquí estás!
Somos casi 30.000 almas en las redes que compartís nuestra filosofía,
nuestro esfuerzo diario, y os doy la gracias por ello.
A vosotros y a los mas de 5000 clientes que han hecho un pequeño o gran esfuerzo
para decorar su casa y su alma en estos tiempos de crisis.
¡Gracias!
—————————
Dicho esto, me gustaría hablaros hoy un poco de restaurantes en honor a David,
del contract que le llaman los profesionales del ramo.
Afortunadamente en los últimos años, muy pocos en España la verdad,
el interiorismo comercial se ha ido haciendo imprescindible como un
elemento de diferenciación de los locales.
En éste momento la calidad y el buen servicio ya se dan por hechos
en cualquier proyecto de restauración que pretenda sobrevivir.
Así que el interiorismo es la manera de ofrecer una experiencia única
y diferenciadora que atrape a los comensales.
Hoy en día los restaurantes que triunfan son los que ofrecen sensaciones.
Evidentemente han de tener una cuidada oferta y servicio,
pero muchos restaurantes lo tienen,
y lo que hace desear a la gente volver a un restaurante es la experiencia global
que supone sentarse a comer en una de sus mesas.
Hemos de encontrar un ambiente acogedor, sugerente y en el que nos sintamos cómodos
e identificados.
Mobiliario, iluminación, decoración, olores, privacidad o mesas compartidas…
todo se ha de estudiar y ha de ir de la mano de la cocina y el servicio.
Sólo en esos casos tendremos la experiencia que nos invite a volver a ese sitio.
Ese levantar la cabeza y sentirte identificado con la gente que se sienta a tu alrededor
es muy importante. Significa que estás en el lugar adecuado.
Os dejo hoy un restaurante neoyorquino que me ha atrapado, porque creo que tiene ése «algo»
que me haría sentir bien tanto mirando a mi plato como mirando a mi alrededor.
Es solo uno de miles claro, y aquí tenemos muchísimos de los que ya hablaré,
pero por no quedarme con úno español como ejempo me he ido hoy mas allá de los mares,
y me he imaginado saboreando alguno de estos deliciosos platos muy cerca de
Manhattan Avenue
🙂
¡Buen día amigos!
Elisa
Encuéntranos en las redes sociales:
Me hubiese encantado ver la entrevista, es una motivación y un gusto conocer a personas que empezaron de cero y gracias a su talento y a su esfuerzo se hicieron grandes. Vosotros ya lo sois, y lo poco que os conozco me dice que mucho tiene que ver como hacéis las cosas. Es duro empezar y hacerse un hueco entre tanta multinacional, pero encontrados, pequeños gigantes, me hace querer ponerle más ganas aun.
Gracias por tus palabras Emma. Creo que es el momento, más que nunca, del esfuerzo personal, la creatividad y de la generosidad. Intentar hacer bien las cosas, poniéndole corazón y esperar que la gente aprecie tu trabajo. Estoy segura de que tu nuevo proyecto crecerá y se hará grande porque cuando las cosas se hacen con el alma llegan a la gente. Un besazo. Y gracias por considerar «grande» mi pequeño proyecto personal 🙂