A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.
Niño,
deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós.
Joan Manuel Serrat
Os deseo un lunes lleno de sonrisas!
🙂
la de las camas de «forja» con los cubos y las sillas a los pies de la cama la había visto en Desde my ventana y ya me había encantado.. (eso sí.. cuatro camas!!!)
las literas con la foto en blanco y negro, me parece maravillosa.. y real
porque las otras.. yo quiero un columpio, pero para mí!!!! y por qué todas las casas tienen techos tan altos!!!!! (suspiro)
besos
Great post!!!
So nice!
Salut!
Franka
¡Me han encantado todas las imágenes! Buen post 😉
Me enternece la canción de Serrat y también esos dormitorios que nos presentas, aunque reconozco que no son muy factibles en los pisitos de hoy.
me viene genial el post porque llevo otro baby en camino…. pero no me quedan habitaciones!!!!
🙂 …tomo ideas…gracias! besos
Preciosos,me encanta la amplitud de cada espacio.
Siempre quise tener un columpio en mi dormitorio…cuando era pequeña, claro. Muy chulas e inspiradoras las imágenes. Y la canción de Serrat es buenísima. Feliz semana!
Precioso post!!! la verdad es que una casa cambia totalmente cuando hay niños, definitivamente le aporta vida, alegría, color!!!
Los niños son lo mejor que tenemos en nuestra vidas.
Petonets
Una habitación con columpio!! :0 Oh, quién pudiera volar entre sus cuatro paredes. Y hablando de cuatro…la habitación de cuatro camas es preciosa! pero da miedo pensar lidiar con 4 fierecillas 🙂
Son maravillosas todas!!!
Un abrazo, Elisa 🙂
Vaya niños con suerte… tienen auténticos santuarios de juego. Me ha hecho gracia la primera foto después del texto, lo primero que he pensado es en esa madre cuando la sacan de quicio, con ganas de colgar al crío de ese gancho y dejarle ahí un buen rato, je je.
Besos, Silvia