Sorprendentemente, en este proyecto en pleno centro de Copenhague no encontraremos el típico minimalismo nórdico. El ático de Jeppe Bjørnberg Hansen, situado en un edificio del año 1777, está repleto de detalles extravagantes, como unas atrevidas tuberías doradas, unas antiguas vigas a la vista coronadas con plantas y un sillón Egg personalizado. Además, el dormitorio está muy escondido…
De un vistazo
Situación: Stræderne, Copenhague, Dinamarca
Superficie: 80 metros cuadrados
Fotografía: Jeppe Bjørnberg HansenJeppe se describe como un “modesto manitas”. Actualmente trabaja en Copenhagen Guitars, una tienda de guitarras, pero en el pasado ha sido pintor de carrocerías, artista y grafitero. Compró este piso en el verano de 2015. La vivienda estaba bastante deteriorada; de ahí que, según él, pudiera comprarla por un precio económico.Se trata de un ático en un edificio del siglo XVIII con vistas al Museo Thorvaldsens, galería dedicada al escultor danés Bertel Thorvaldsen y, en su día, primer museo público de Dinamarca. El barrio se encuentra entre el palacio de Christiansborg, sede del parlamento danés, y la zona comercial de Strøget..
Jeppe reservó todo el año 2016 para la renovación del piso. Aunque él mismo estuvo pendiente de cada detalle, contrató a distintos equipos de profesionales para las tareas de fontanería, electricidad y carpintería.
“Mi turno llegó con los acabados. Me encargué de enmasillar y pintar las paredes, de algunas tareas de bricolaje y carpintería, así como de la decoración de interiores. Mi punto fuerte son los elementos estéticos, es decir, dar el toque final al espacio”, cuenta.
En la vivienda predominan los materiales naturales y los detalles metálicos, que dan luz y contraste al estilo rústico. En el estar, las paredes de ladrillo visto conviven en armonía con marcos de madera bicentenarios, tuberías doradas y paredes y techos encalados.
“He intentado potenciar el encanto de un piso antiguo a la vez que recuperaba su aspecto original. Para ello, he mantenido intactos irregularidades y marcos de madera”, asegura.
Los elementos originales de la vivienda, como el suelo de madera de abeto Douglas sin nudos, juegan un papel clave:
“Cuando compré el piso, el suelo tenía un aspecto viejo y estaba demasiado marrón; temí que no acabara de quedar bien. Sin embargo, una vez pulido y tratado con sosa cáustica, el resultado es espectacular”, dice Jeppe sobre el suelo, destacando su luminosidad.
“Las vigas originales se tiñeron y ahora tienen un cálido brillo dorado. Nací en Bogø, una isla del mar Báltico, y crecí en una granja; no quería deshacerme del ambiente rústico que crean los marcos de madera”, explica con una sonrisa.
El propietario está muy contento con la pared de ladrillo visto del salón, donde ha colgado recuerdos musicales, como un autógrafo de Kurt Cobain. Destaca el marco de luz alrededor de este nicho, que ilumina sin cegar.
Los tablones de madera de colores de la pared de la izquierda proceden de andamios antiguos; Jeppe los consiguió en la tienda de bricolaje y maderas Genbyg.
Al otro lado del salón, encontramos al que Jeppe ha bautizado como “Western Wall” [Muro occidental], también revestido de tablones de madera reciclados a partir de viejos andamios. La pared contigua está forrada con un papel pintado metalizado de la tienda Rue Verte de Copenhague.
Este rincón alberga otra de sus piezas especiales: “He forrado la parte trasera del sillónEgg, de Arne Jacobsen, con un trozo de cuero que combina con el color coñac de la parte delantera. Hay algo muy especial en crear piezas únicas y saber que nadie tiene una igual”, refexiona Jeppe. El cuadro con la bandera americana que enmarca la guitarra de la imagen también es obra suya.
“En mi anterior piso no había suficiente luz, así que en este tuve en cuenta la iluminación desde el principio”, explica.
El piso tiene dos capas de iluminación. Por un lado, vemos la potente luz de los ojos de buey del techo. Por el otro, la luz de ambiente que generan los apliques negros de pared con forma de cubo y la tira de luces led en el nicho de la guitarra –además de otros elementos de iluminación indirecta.
Pese a no haber trabajado nunca en el sector de la construcción ni en el del interiorismo, Jeppe confió en su talento innato para este proyecto:
“He podido emplear mi experiencia en pintura de carrocerías en el acabado de las tomas de corriente, que hice con pintura en espray para que combinara con los tonos de la pared”, señala. También hizo uso de sus dotes artísticas utilizando espray dorado en las tuberías que conducen a los radiadores.
En la cocina se han utilizado materiales de alta calidad y otros más económicos. Los armarios, por ejemplo, son de Ikea; mientras que la encimera es de Corian, con una placa de inducción y un fregadero incorporados. El salpicadero es de cobre y la nevera está escondida tras la puerta de uno de los armarios.
“Se me da bien combinar materiales buenos pero no necesariamente caros con detalles de alta calidad. De esta manera, consigo espacios con un magnífico resultado final, además de personales”, comenta Jeppe.
La mesa del comedor está fabricada a partir de viejos tablones de barcos indonesios y se adquirió en la tienda holandesa One World Interiors; el papel pintado, con un característico tono oscuro y una textura de cuero, es de Rue Verte.
Uno de los detalles más originales del piso son las vigas expuestas de la cocina. Durante la renovación, se dio cuenta de que el espacio quedaba algo vacío. Entonces, se le ocurrió que podía instalar canalones encima de las vigas y plantar hiedra en ellos.
“El ático mide casi 4,5 metros de altura y se han instalado grandes ventanas Velux en sus inclinadas paredes. Los tres canalones repletos de plantas ayudan a crear un ambiente acogedor y orgánico en la cocina”, explica Jeppe, quien fabricó unos soportes especiales para los canalones en la tienda de guitarras en la que trabaja.
El borde dorado que enmarca el papel pintado es otro ejemplo más de esas atrevidas ideas que fueron surgiendo durante el año de trabajos:
“Aquí pensé: ‘¿Qué puede quedar bien con los tonos oscuros?’. Y el dorado fue la opción ganadora”, declara el propietario, quien reconoce que, en general, el resultado final de la reforma no es muy diferente de lo que imaginó al principio.
Tanto la pared, como la puerta de acceso al dormitorio, están fabricadas a partir de los mismos andamios reciclados que se han usado en el salón –de hecho, no es fácil distinguir la puerta, si no sabes que está ahí.
“Mucha gente se sorprende al ver un espacio detrás de la pared”, explica Jeppe: “La puerta no tiene pomo, así que cuando está cerrada, hay que saber qué tablero presionar exactamente para abrir el dormitorio”, explica.
¿Qué ha aprendido Jeppe de un proyecto tan largo e intenso? “Para empezar, que una renovación siempre lleva más tiempo del que crees”, dice, quien recomienda duplicar el tiempo estimado en este tipo de reformas. De esta manera, asegura, evitaremos agobios… y mal humor.
En segundo lugar, comenta, “hay que atreverse a poner en práctica conceptos e ideas, sin miedo a romper con el blanco y el estilo minimalista. Tampoco debemos preocuparnos por si luego será fácil o no vender la casa: en el mercado se valora mucho el encanto que tiene una vivienda única y con carácter”, cuenta.
A pesar de que Jeppe solo tuvo en mente sus propios gustos y necesidades a la hora de renovar y decorar el piso —y aunque lleva viviendo aquí menos de dos años—, asegura que se le ha acabado la diversión y que ha llegado el momento de buscar otra cosa:
“Ahora que está todo terminado, me apetece buscar otro sitio, y disfrutar de nuevos proyectos de decoración”, reconoce. De hecho, ya ha firmado un contrato de compra de un nuevo piso, ¡a tan solo unos metros de distancia! Otra adquisición a muy buen precio que pide a gritos una reforma:
“Creo que ya he vuelto a olvidar lo duro y exigente que es renovar una vivienda, además de que las próximas ideas que tengo en mente son aún más atrevidas. Entre otras cosas, me encantaría crear una biblioteca con una puerta secreta”, confiesa.
Que preciosidad Copenhague! La cocina me ha enamorado, una decoración preciosa!!
Muy buen post,
gracias
Nicolás