Pablo, propietario de este ático (junto con María, su pareja) y arquitecto responsable de la reforma, cuenta que “la primera vez que entramos en nuestra futura casa y despacho –Twobo es el estudio de arquitectura que ambos dirigen– nos encontramos con un piso recubierto de maderas y suelos oscuros y con una distribución que impedía la entrada de luz directa”. Así, su reforma apuesta por espacios diáfanos y luminosos.
“La casa, vaciada ya de sus tabiques, contenía un gran número de requiebros debidos a los patios de ventilación, al hueco de la escalera… El proyecto fue surgiendo a partir de esta geometría quebrada, de ir ocupando los espacios, sin tabiques, sólo colocando las distintas piezas que dan lugar a cada zona”, cuenta.
Por otra parte el interiorismo está lleno de recuerdos. El piso pertenecía a los abuelos de María. Pero, además, han ido incorporando mobiliario diseñado por ellos mismos o con un significado especial. Aquí, cada pieza tiene una pequeña historia que contar.
De un vistazo
Quién vive aquí: Pablo Twose y María Pancorbo (ambos socios del estudio Twobo junto con Alberto Twose), Mateo (4 años) y Telmo (11 meses)
Metros cuadrados: 140 metros cuadrados de vivienda y 200 metros de terraza. El programa cuenta con salón-comedor, cocina, aseo de cortesía y dormitorio principal con el baño (primera planta); y una sala de juegos con lavadero y dos dormitorios en suite (nivel superior). Además, una amplísima terraza.
Situación: Barrio de Gràcia, en Barcelona
Reforma e interiorismo: Twobo
Dato curioso: El piso, que anteriormente perteneció a los abuelos de la propietaria, está puerta con puerta con el estudio de arquitectura
Como hemos comentado, el ático cuenta con 200 metros cuadrados de terraza. “Las terrazas son un trabajo en curso. Cuando llegamos estaban completamente vacías. Poco a poco las estamos conquistando, creando pequeñas zonas independientes unas de otras”, dice Pablo.
La casa original estaba planteada con un gran número de piezas separadas. La reforma ha agrupado estancias, dejando la mayor parte de ellas abiertas: cocina, comedor, salón, estudio, sala de juegos, lavadero. Eso sí, se han conservado tres habitaciones como dormitorios.
Como Pablo y María querían separar vivienda y estudio de arquitectura, dividieron el espacio, que antes era una unidad. María y Pablo están muy satisfechos de tener el lugar de trabajo puerta con puerta con su hogar: “Te de mucha flexibilidad y a la hora de conciliar familia y trabajo”, dicen.
En el salón reina el mobiliario de obra: el sofá y la gran estantería. Y es que estas piezas “son una referencia a una arquitectura que apreciamos y hemos estudiado con detalle, la de los años 50 de Barcelona. También podría decirse que es una arquitectura que viví de pequeño de primera mano pues mi abuelo, Manuel Valls, era arquitecto y vivía en una casa diseñada por él, con sofás y estanterías de obra”, detalla Pablo.
En concreto, se emplean piezas de rasilla pintadas en blanco y acompañadas de cojinería para conformar asientos más cómodos y mullidos.
La mesa de centro es un diseño del estudio, que, junto a Anna Simonet, ha lanzado la firma de diseño de mobiliario e iluminación Fragments BCN. En concreto se trata del modelo Letamendi, pues las baldosas provienen de un edificio que estaban derribando situado en esa plaza barcelonesa.
“Rescatamos 480 baldosas hexagonales con las que hicimos una serie limitada de 60 mesitas. Cada una es un cuerpo fijo de seis baldosas más dos más que pueden colocarse en distintas posiciones. En casa hemos instalado dos mesas juntas”, dice Pablo.
También el suelo de la cocina es de baldosa hidráulica rescatada de edificios en derribo de Barcelona.
El motivo por el que la lámpara de techo Disa (diseño de José Antonio Coderch) se coloca a una altura tan baja también es muy personal: “La lámpara pertenecía a mi abuelo, que fue muchos años socio de Coderch; y en su casa la tenía colocada a esa misma altura, al lado del sofá”.
La cocina se concibe semiabierta, con un enorme pasaplatos que la integra al salón.“Quisimos que participara de la casa con intensidad, pero al mismo tiempo que tuviera un espacio propio. Por eso diseñamos con una especie de baldaquino de hierro que le da ‘resguardo’. Aparte, unas grandes vidrieras separan visualmente la zona de despensa”, dice Pablo.
El mobiliario se dispone en “U”, combinando los módulos blancos con las encimeras en roble. Para el fregadero, un diseño de Duravit, se eligió la porcelana.
“En la cocina hacemos mucha vida. Está al lado de la terraza y los niños entran y salen todo el rato. Además, tenemos unas vistas preciosas de la ciudad”, dice Pablo.
En el comedor encontramos uno de los grandes descubrimientos del piso: las bovedillas en el techo. De hecho, cuando vieron que bajo los falsos techos se escondía uno de los últimos forjados de volta catalana que se debieron construir en Barcelona, no dudaron en incorporarlo al proyecto.
Otro de los elementos que rescataron fue la mesa de comedor con el sobre de mármol, que había pertenecido a los abuelos de María. Para ello cambiaron las patas y pulieron la superficie.
Para las sillas se decantaron por un modelo en mimbre con estructura metálica pintada en negro. La lámpara de pie del fondo, es el modelo Toio, diseño de Achille y Pier Giacomo Castiglioni.
La lámpara es un diseño inédito de su abuelo, Manuel Valls. “La volvimos a producir en el despacho ya que solo contábamos con un prototipo que se hallaba en mal estado”, cuenta.
Lo que era una simple zona de paso se convierte en un banco con una pequeña estantería. El mueble a medida que recorre toda la pared del comedor se ve interrumpido por una ventana, donde se improvisa este agradable y luminoso rincón de lectura.
El dormitorio principal está forrado de madera. “Lo hicimos por un lado para insonorizar con el vecino y, por el otro, para darle calidez”, dice Pablo. En todo caso se apuesta por pintar las lamas de la pared en blanco, multiplicando de este modo la sensación de luminosidad.
Como ya ocurría en el área de comedor, junto a la ventana se saca todo el partido al espacio integrando un pequeño despacho realizado en madera de roble.
A continuación, lo que parece un amplio frente de armario en realidad camufla un vestidor hecho a medida.
Este es uno de los baños del ático; con suelo hidráulico. El recubrimientos de cemento en la zona de ducha se combina con las paredes forradas en madera.
La mampara de ducha de cristal multiplica los metros de la estancia, al conectar visualmente las distintas áreas. Esta astuta solución provoca que el espejo en el área de tocador no se ponga frente al lavamanos, sino en perpendicular.
Me encantan las fotos, ese estilo entre minimalista y nórdico queda genial. Saludos
Genial el toque de madera natural en el baño y las sillas en general de toda la vivienda. Un saludo!
No podemos casi imaginarnos como era antes de la reforma, unas fotos del antes habrían estado genial, el resultado sin duda es exquisito, pero seguro que viendo el previo aún resultaba más impactante. Nuestro detalle favorito es el sofá de obra del salón y estamos deseando ver el resultado de la terraza ¡Ojalá compartan también! 🙂